Un creador de aplicaciones web o las comúnmente llamadas apps que está leyendo este artículo puede que no sepa la importancia de cuidar todos los aspectos legales para que su app no sea robado. Al comprar, vender o crear, desde el principio, una aplicación, hay que tener en cuenta ciertas características del negocio de apps, para que, al poner el producto en el mercado, sea legal y esté totalmente cubierto.
Un ejemplo, el nombre es una de las primeras cosas a tener en cuenta, en el desarrollo de un programa informático. Hay dos formas de elegirlo:
¿Un nombre que describa el producto?
O, por otra parte: ¿Un nombre original que llame la atención y conecte con el público?
El nombre de la creación es una de las cuestiones más importantes. Con un nombre original, las posibilidades de éxito aumentarán y habrá más posibilidades de registrarlo como marca, al ser menos común y más fácil de encontrar un dominio disponible.
Hay que proteger la aplicación y su nombre. Para eso, hay dos alternativas: mediante patente o inscripción en el Registro de la Propiedad Intelectual. A continuación, se van a explicar las dos vías:
La patente no es del todo eficaz, al ser constitutiva, lo que significa que, hasta que no se registra, no se tienen todos los derechos.
Por el otro lado, el registro de la aplicación tiene carácter declarativo. En otras palabras, si otra persona demuestra, de otra manera, que es el autor de la obra, el registro de la patente no vale para nada.
Las patentes tienen un régimen especial diferente al de la Ley de Propiedad Intelectual. En especial, las patentes de software que afectan a los derechos exclusivos de las apps.
Otra opción es registrarla en la OPEM, que es el Organismo Público dependiente del Ministerio de Industria, Energía y Turismo y responsable del registro y de la concesión de las modalidades de Propiedad Industrial. Hay recursos parecidos en Internet y son SafeCreative, Myfreecopyright o, en base a la licencia, comoCreative Commons o Coloriuris.
Hay otras posibilidades. Una de ellas es curiosa y se trata de enviarse la obra mediante correo certificado a uno mismo y guardar el sobre sin abrir, si uno no dispone de dinero para permitirse un notario. Aunque lo más seguro es patentarla y registrarla a la vez. De esta manera, es posible realizar la venta de códigos fuente en el futuro.
Por último, existen marketplace de apps, que son lugares en los que es viable encontrar compra y venta de apps. Un ejemplo es Wualapp, un portal especializado en aplicaciones y que permite comprarlas y mantener sus descargas, puntuaciones y comentarios de sus consumidores. Además, no hay que preocuparse de la parte legal, ya que ellos se ocupan de todo lo referente a losderechos exclusivos de apps.