Seguramente si acudes a un marketplace para la compra venta de apps, querrás obtener cierta garantía legal, además de los derechos exclusivos de las apps objeto de la compra.
Hoy queremos abordar un tema al que quizás no hayas prestado la debida atención y que podría darte problemas: ¿quién es dueño del código fuente de una app?
Supongamos que encargaste el diseño de una app y, al querer venderla, el posible comprador solicita algunas modificaciones. O supongamos que quieres comprar una app, pero también requieres algunos cambios. Tanto en un caso como en el otro, para que las variaciones tengan lugar, será necesario tener el código fuente.
Ahora pongámonos en el caso de que tú, que vendes la app, le dices al programador que la diseñó (gracias a tu encargo) que te dé el código fuente y este responde con una negativa: yo diseñé la app; mío es el código fuente.
Si te ocurre algo así, estás en un problema cuya solución seguramente pase por pagar un precio al programador para la venta de los códigos fuente (sí, tú pagaste la app, pero ¿quedó reflejado en algún documento a quién correspondía la propiedad de los códigos fuente?).
Vamos a ver cómo evitar o solucionar estas situaciones. Podemos vernos en dos casos:
– Que a quien solicitemos el diseño y desarrollo de la app sea un empleado de la una empresa.
– Que la solicitemos a un freelance o a una persona subcontratada.
En teoría el copyright, es decir, el derecho intelectual del código fuente, es de quien lo crea, o lo que es lo mismo, de quien está delante del teclado desarrollándolo.
-En el caso de que esa persona sea empleado de la empresa que desarrolla la app, la empresa sería dueña del código fuente, puesto que habría sido creado por el desarrollador como parte de las atribuciones por las que cobra una nómina mensual.
-En el caso de que se subcontrate o se encargue la app a un desarrollador freelance, las cosas no están tan claras y pueden surgir diversas interpretaciones. Por ello, es necesario detallar claramente, y por escrito en un contrato, este aspecto, tanto si eres quien encarga el desarrollo de la app como si eres quien la desarrolla. En el primer caso para no encontrarte con una sorpresa de última hora al querer alguna modificación sobre el diseño original que quieras encargar a otro desarrollador por el motivo que sea o por si deseas un traspaso de apps a otra empresa y en el segundo porque otorgar los derechos de los códigos fuente a quien te ha encargado la app significa que nunca más podrás cobrar por ellos.
Por lo tanto, siempre es imprescindible incluir en el contrato este punto y evitar reclamaciones posteriores.