No cabe duda de que Internet y las nuevas tecnologías han cambiado la forma en que desarrollamos nuestras actividades. El avance de dispositivos como los teléfonos inteligentes y la gran suite de apps a nuestra disposición han cambiado todos los aspectos de nuestra vida, desde la forma de comunicarnos, a nuestros paseos en bicicleta.
En este sentido, se ha vuelto increíblemente popular el uso de Strava, una aplicación diseñada para deportistas que nos permite llevar un registro de las rutas y destinos de nuestros recorridos en bicicleta. Con esto, se ha incrementado también el número de personas interesadas en comprar la app, un producto muy valorado por sus usuarios.
Sin embargo, quien hizo la ley hizo la trampa, y dentro de este amplio número de usuarios satisfechos se encuentran también los amigos de lo ajeno, quienes últimamente han estado muy ocupados haciendo uso de este programa para acceder a los datos de recorrido de los ciclistas, así como también a las características de sus bicicletas, para posteriormente proceder a robárselas.
Con la app Strava, podemos compartir las rutas y destinos con otros usuarios, así como también documentar nuestros paseos con fotos. Esto hace que sea mucho más fácil para los ladrones determinar las características de nuestra bicicleta y, por lo tanto, puntualizar la ubicación y el destino de las de alta gama, un producto mucho más apetecible para el mercado negro de segunda mano.
A pesar de todo, la aplicación no deja de ser una de las preferidas por los deportistas, y es que su sistema nos permite documentar el rendimiento e incluso establecer retos personales que nos impulsen a avanzar en nuestros recorridos.
De manera que el uso indebido que algunas personas hacen de ella no significa que se deba dejar de vender la app o de comprar su código fuente. Las autoridades que investigan este tipo de casos recomiendan configurar correctamente las opciones de seguridad y privacidad, de forma que podamos decidir qué datos compartir y con quién, asegurándonos así de aprovechar al máximo la aplicación y los beneficios que esta ofrece sin poner en riesgo nuestra integridad física.
Por último, es importante tener siempre presente que cuando se trata de aprovechar los avances tecnológicos, debemos aprender a defendernos del uso indebido que se hace de ella, para así evitar ser presa fácil de quienes usan nuestra información para cometer delitos.