Si eres desarrollador, seguro que alguna vez te has planteado cómo podrías sacar el máximo partido al vender tu App. ¿Te imaginas lo que podrían llegar a pagarte por comprar el código fuente de una creación de calidad?
La compra y venta de Apps se ha vuelto algo mucho más común de lo que muchos piensan. Miles de desarrolladores estarían encantados de vender código fuente a buen precio pero, ¿supone esto una gran ventaja?
Aunque no lo creas, cada vez más desarrolladores apuesta por vender su App como una forma de generar increíbles ingresos. ¿Cómo es posible?
En el mercado actual, cada vez más empresas necesitan aplicaciones. Los usuarios migran de forma lenta pero segura del ordenador a los dispositivos digitales como móviles o tablets, lo que impone un cambio de paradigma que exige adaptarse a la marea. No todas las marcas tienen el tiempo, los recursos y las ganas de desarrollar software a su medida. Y ahí es donde entra la compra y venta de Apps.
Al vender el código fuente, el impulsor de la aplicación traspasa absolutamente todo lo que tenga que ver con la misma: el propio programa, sí, pero también las bases de datos, lo que incluye a los usuarios y todo un modelo de negocio. Sería el equivalente a traspasar un local que está funcionando: si está bien situado y la cosa marcha, habría gente dispuesta a pagarte auténticas fortunas por el tuyo.
Pese a que existen empresas que te ceden los derechos de uso de una aplicación, la realidad es que si apuestas por esta alternativa podrías arrepentirte. Si tu negocio tiene éxito y la aplicación arrasa, seguro que la empresa proveedora reconsiderará el precio que has de pagar. ¿Por qué arriesgarte si puedes comprar la App entera y despreocuparte?
La cosa está clara: como desarrollador es rentable y, como empresa, también. Vender una App completa será cada vez algo más cotidiano. Más allá de esto, ¿aporta alguna otra ventaja que vaya más allá del dinero? Sin duda.
En muchas ocasiones los desarrolladores tienen el talento necesario para lanzarse a crear una aplicación de lo más interesante, quizá planteando a una empresa una solución a un problema. En ese sentido, un mercado donde comprar y vender aplicaciones es posible, abre las puertas a la creatividad e ingenio de los emprendedores del sector. Después de todo, es posible que hayas tenido una idea brillante de aplicación, o se te ocurra una solución que podrías desarrollar para un tercero, pero por la que este solo estuviera dispuesto a pagar una vez hecha. ¿Por qué no arriesgarte y probar suerte? Nunca se sabe cuál será la siguiente App de éxito.
De este modo, basta con tener una buena idea y ganas de hacerla realidad. A partir de esto, todo se reduce a alcanzar un acuerdo económico satisfactorio para todas las partes implicadas, ¡y a por la siguiente idea!