Hoy en día los smartphones están presentes en todos los aspectos de la vida, desde las compras a las relaciones personales. Revisando los avances tecnológicos más recientes, puede aventurarse cómo serán los smartphones y el negocio de apps dentro de treinta años.
La vida del ser humano no dejará de cambiar. Se calcula que en el 2018 un 36´5% de la población mundial dispondrá de un smartphone. El potencial de tanta gente conectada es enorme, pudiendo llevar la educación a áreas remotas o poniendo en marcha alertas sobre epidemias. En esta línea, la compra venta de apps relacionadas con la salud no dejará de crecer. Para el futuro, se puede decir que será posible tener un médico disponible siempre a través del smartphone. La tecnología aplicada a la ropa (la llamada “wearable tech”) permitirá medir la presión sanguínea y otras variables, alertando inmediatamente a un doctor en caso necesario. También se implementarán apps que ayudarán a mejorar determinadas habilidades físicas.
Se calcula que para un futuro tan cercano como el año 2017, el marketplace de apps relacionadas con la salud tendrá un valor global de 26 mil millones de dólares. Por otro lado, la circulación de dinero para las compras y ventas cotidianas tendrá lugar a través del smartphone. Muy pronto, el dinero en efectivo y las tarjetas serán cosa del pasado. De este modo, todas aquellas personas sin una cuenta bancaria (la mitad de la población mundial) tendrán acceso a servicios financieros. Una apuesta segura será la efectuada por los poseedores de derechos exclusivos en apps relacionadas con la búsqueda y el reconocimiento de voz. Cada vez estarán más humanizadas, lo que supone que tendrán una mayor presencia en las relaciones interpersonales a todos los niveles.
En cuanto a los soportes, uno de los mayores avances que se aventuran es la llegada de los implantes subcutáneos. Se habla de “tatuajes digitales” para dentro de cinco años. Los hologramas y otros tipos de proyectores también formarán parte de la vida diaria para facilitar el reconocimiento de la realidad circundante. Así, se tendrá acceso a la información sobre cualquier lugar u objeto con mayor inmediatez. Además, se darán importantes cambios en cuanto a seguridad, así como en la competencia entre grandes empresas y proveedoras de software libre. Esto cambiará, sin duda, las formas de acceso a cuentas privadas y múltiples aspectos del negocio de la tecnología, como la venta de códigos fuente.
Por último, y en vista de que se tiende a necesitar cada vez una pantalla más grande, las pantallas flexibles serán una realidad muy pronto. Se podrá llevar en el bolsillo una pantalla que se despliega hasta el tamaño de un periódico de papel. Así, la tecnología no dejará de sorprender y hará la vida de las personas mucho más sencilla.
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